Carne y vino, la complejidad de la fusión.

RESEÑA

La preparación culinaria que resulta de la preparación minuciosa de un corte ribeye, es un espectáculo para los sentidos, una llegada de sabores intensos y texturas que se disfrutan en cada bocado.

Desde la elección cuidadosa del ribeye, conocido por su ternura y marmoleo, hasta el último toque de los chips de papa crujientes, cada detalle de este platillo ha sido pensado cuidadosamente para ofrecer una experiencia gastronómica excepcional.

Todo comienza con la cuidadosa selección de un corte ribeye de alta calidad, un corte carnoso que actuará como protagonista en esta preparación culinaria. El marmoleo que presenta este corte promete jugosidad y ternura, características esenciales que serán potenciadas por la marinada de tomillo, romero y orégano, no olvidando la sal y pimienta.

Las hierbas frescas despliegan sus aromas sobre la carne, impregnando la carne con aromas herbales que agregarán capas llenas de sabor.

El marinado no es solo un paso, es una técnica que permite que las hierbas penetren en cada fibra del ribeye, elevando el perfil de sabor de la carne y consigo de las mismas. Es en este proceso donde la magia comienza a tomar forma, en donde la carne se convierte en una obra de arte, impregnada con la esencia de las hierbas frescas.

Luego, el corte impregnado con los sabores herbales es sellado en poca cantidad de aceite que transformará su exterior en una costra caramelizada, fortaleciendo los aromas del marinado.  El ribeye se encuentra con el vino tinto dentro del sellado en la cacerola, este paso no solo contiene y preserva los jugos internos de la carne, garantizando un sabor suculento, sino que también agrega una gran gama de sabores gracias al carácter complejo del vino tinto, que se fusiona intensamente con las hierbas presentes del marinado.

La parte de realce de esta experiencia culinaria es, sin duda, la salsa reducida. Creada a partir de los jugos liberados durante el sellado y la mezcla del vino tinto en el término sellado, esta salsa se convierte en la mezcla concentrada de todos los sabores; rica, compleja y potente, donde cada cucharada es una explosión de sabores dentro de la boca que intensifican la experiencia gastronómica, creando una combinación de gustos en el paladar.

Para complementar esta obra maestra, se incorporan chips de papa crujientes, aportando un contraste de texturas que eleva la experiencia a alturas nuevas. Dorados y crujientes por fuera, estos chips ofrecen el equilibrio perfecto de la ternura de la carne y la riqueza de la salsa, dando un conjunto de sabores y texturas que se unen en perfecta armonía en cada bocado.

En resumen, este platillo va más allá de una simple comida; es una experiencia gastronómica que rinde homenaje a la cocina y el arte de fusionar ingredientes en algo tan complejo.

Ideal para ocasiones especiales, este platillo demuestra que la excelencia culinaria se encuentra en el detalle y en la habilidad para crear, transmitiendo una experiencia que permanece en la memoria. Un platillo que impresiona a todos los sentidos y reconoce el mundo de la gastronomía en un nivel distinto al habitual.

Octavio Gutierrez Garcia

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